miércoles, 2 de mayo de 2007

Lisa, entre sollozos: examííínameeeee!!!

hace semana y pico llegó al lab un estudiante medio en segundo, medio en tercero de la licenciatura de 'Biotecnologia'... pidió, al hacer la matrícula, un 'curso' de estancia en un lab y eligió este... con un doctorando de cuarto (y último) año de nombre Fernando... no sabía lo que le tocaba, al pobre... si ya caga entrar en un lab por primera vez (botecitos de colores, olores curiosos, hipótesis corriendo despavoridas por los pasillos y los investigadores detrás de ellas), serlo de Fernando tiene que echar para atrás... portugués de metro-ochenta, tendrá poco más de 25 años, pero aparenta algunos más... con cara seria, que cuesta barbaridades verle ensanchar en una sonrisa... de hecho, cuando me presenté, lo primero que dijo fue 'hombre, otro ibérico, bien... entre nosotros y los alemanes, dentro de poco, echaremos a los suecos de este laboratorio... ahora, que espero que hayais mejorado desde Aljubarrota...' ... es de O'Porto y lleva aquí cuatro años... ahora que lo pienso, no sé si ese humor se gana estando en Suecia o en O'Porto...
el tema es que Fernando citó a Antonio (es que es peruano, pero lleva aquí desde pequeño) un lunes por la mañana... para los suecos eso es a las 9h, y si a eso lo juntas a que es la primera vez que vas a un lab, pues Antonio se plantó en la sala de reuniones a las 8h30... y Fernando llegó, tranquilamente, a las 10h... le sonrió al estudiante y, menos de una hora después, Antonio ya tenía deberes para leer una semana completa.
a la hora de comer, una profesora le hizo ver a Fernando la hora y media que el chaval había estado esperando... a lo que el portugués contestó que la primera lección que debe aprender un alumno es 'paciencia'... Daniel comentó algo así como 'oh, sí, maestro Shao-Lin', y la mesa rió... bueno, menos Antonio, que sonrió nerviosamente...
una tarde me encuentro con Antonio yendo de una habitación a otra maldiciendo en sueco (y no es que sepa sueco, sino que tengo rangos en 'lenguaje no verbal')... me acerco y le pregunto qué estaba buscando, me lo dice y yo no sabía dónde estaba, pero me parecía interesante saber donde el reactivo se encontraba (lo necesitaré en dos semanas)... 'y Fernando?', le pregunto. 'En Estocolmo...', me responde con cara puteada. 'Ahm...' consigo contestarle... 'Bueno, donde está esa enzima lo sabrá Paulo'... así que vamos y le preguntamos a Paulo (el otro portugués; sólo hay dos, bueno, y otra en el piso de abajo)... cinco minutos después, el problema está solucionado... hasta que al chaval le faltaba algo más y le preguntamos a una sueca, esta vez... intermitentemente, estaba alrededor suyo mirando a ver qué es lo que estaba haciendo y cómo... no era por 'buen samaritanismo': éramos los dos únicos en esa habitación, eran cosas que me venía bien saber y, por qué negarlo, me compadecía del marrón que le había caído...
a la mañana siguiente, a la hora del 'café de la mañana' veo a los dos hablando... Fernando adelantándose a todas las explicaciones de Antonio y explicándole dónde había fallado... al final, con el estudiante extasiado de apuntar donde estaban los puntos delicados de los protocolos que había hecho la tarde anterior, Fernando va y le dice 'pero tranquilo, de lo de ayer no pretendía sacar ningún resultado, sólo quería que la cagaras todo lo posible para que hoy, con las muestras buenas, lo hagamos bien desde el principio...'...
por la tarde, en un momento que le pillo solo, le pregunto sonriente a Fernando: '¿estás jugando a ser Mourinho con éste?'... 'Mierda, ¿tanto se nota?', me responde... no pude evitar reir en medio de pasillo... al verme doblado, Fernando se siente un pelín forzado a explicarse y me dice 'es que los estudiantes saben mucho más de lo que piensan... en serio...'
y la verdad es que me trajo a la memoria las mismas, mismas palabras dichas por Jesús (el profe del lab de este verano) antes de continuar con 'ya no tienes exámenes, nunca más... bueno, la presentación de la tesis, pero eso, con lo que se sabe en ese entonces, no es más que un trámite... ahora es cuando tienes que rentabilizar eso que estudias sin saber muy bien para qué sirve...' le dí la razón, pero le dije que desde ese punto de vista sólo valían una de cada diez clases...
y este año, es cierto, me he encontrado echando de menos el hecho de enfrentarme a una hoja con preguntas que al leerlas sientes como tu mente va rastreando el índice del temario buscando la respuesta 'hhmm, vale, tercer cluster de neuronas pasando la circunvolución a la derecha...' esos nervios antes de un examen (je, de hecho, recuerdo decirle a núria antes de un examen, en primero o segundo de carrera, que el día que dejase de sentir ese agarrotamiento intestinal, dejaría de estudiar...)... ese análisis la noche de antes, yendo a dormir, sobre cómo sería el exámenes de acuerdo con la personalidad del profesor o su manera de dar las clases...
mmhh... no sé, al final uno se siente un poco un mercenario de exámenes, pero porque es lo que ha aprendido (más y mejor) desde pequeño... es como cuando en '300' se encuentran los espartanos y los acadios y Leónidas le pregunta a un acadio '¿Qué eres?' y el pobre hombre responde, cohibido, 'Herrero...', 'y tú?', le pregunta a otro y le responde que granjero... y entonces se gira a sus hombres y les pregunta qué son... pues es un poco así... ¿cuantos años lleva uno estudiando?... no digo aprendiendo, simplemente estudiando... vayamos de atrás adelante... 8 de EGB, 4 de instituto y 5 de Universidad... 17 añitos, creciendo en exigencia (y realmente estudiando los últimos 7 u 8, todo hay que decirlo)...

y después te encuentras con que la cúpula militar mundial se congrega en tu habitación cuando vas a empezar el último nivel del juego... ¿a qué sí?

puede que esa visión esté sesgada por la distrofia profesional que se padece en Biología... aún no sé para qué sirve profesionalmente un biólogo... puede hacer de todo, y casi todo bien, pero para qué está aún no lo sé... y menos aún que sea exclusivo... eso hace que uno pase exámenes como metas volantes y se tenga que esforzar mucho para sacar una enseñanza profesional de ello... aunque uno se termina acostumbrando a casi cualquier exigencia...
y tiempo después arañas las ocasiones buscando a algiuen que te ponga entre la espada y la pared, sin poder responderle 'míralo en la web' o 'no sé, pero igual esta chica lo sabe'... si una pregunta es excitante, lo es más saber que, en el fondo, sabes la respuesta, pero falta encontrarla...
lo dicho, Lisa, entre sollozos: examííínameeeee!!!

1 comentario:

Lechuck dijo...

Martin, con el brazo estirado y sudoroso de tanto esperar
- Pregunteme a mí, que soy más listo