martes, 22 de mayo de 2007

...los mojones del camino...

el lunes 18 de septiembre, fue un día complicado...

dos días atrás se había delimitado un línea de separación entre dos personas... circunstancias de la vida, la convivencia que había habido durante un tiempo no iba a poder continuar... ello era ‘lo mejor’ pero de ahí a que el sustrato emocional lo comprendiese, distaba una abismo... empezaba a sentirme muy distante de mi mismo y solo... y esos sentimientos me acompañaron durante un tiempo... y más tarde, cuando la marea se calmó, su eco aún me acompañó durante un trecho del camino... aprendí... y tanto...

me desperté pronto ese día, y me planté en el lab una hora antes de la que la gente solía acudir... era consciente de ello... pero creo que era lo que buscaba... allí, rodeado de tanto trabajo por hacer, podía ocupar mi mente en otras cosas que no en pensar en cortar un lazo que, en el fondo, no quería ni pretendía cortar...

por otra parte, las cosas en el lab iban mal... aunque hubiese matado antes de admitirlo en ese momento... en cuanto a objetivos estábamos igual que en julio... miento, sabíamos que algo estábamos haciendo mal, pero no sabíamos en qué paso... estabámos jugando a la piñata con piñatas de cristal... y aún nos sorprendíamos de encontrar cristales por el suelo... aprendimos... y tanto...

empecé con el cacharreo hasta que se encendió una lucecita en mi cabeza... música... no tardé en mirar los discos que teníamos hasta que encontré uno que se acoplara a mi momento... al empezar a escucharlo me di cuenta que había dado en el clavo...

además, me di cuenta que en todo el verano había conversado algún rato con mis amigos... pero no había hablado con ellos... algunos estabais fuera, otros estabais trabajando y yo... yo estaba intentando respirar entre olas, intentando estirar el cuello y ponerme de puntillas para ver más allá... aprendí... y tanto...

las canciones llenaban el laboratorio vacío... la sonoridad de los altavoces no era la mejor, pero era suficiente... de repente, el día me parecía más ligero... veía ciertas cosas con más claridad...

es curioso, pero si el arnau de hoy vuelve al arnau de ese día y le enseña este post... aquél le miraría, le diría que probablemente tendría razón, pero, a continuación, matizaría todos y cada uno de los puntos terminando por pintar un lienzo que dejaría estos sentimientos como futiles motas de polvo... todo eso por no negar la mayor y enrrocarse... por no querer (ni poder) analizar las cosas en el contexto de ese presente... ...y es que, aunque el germen del sentir puede que se plantase ese día, me di cuenta de todo esto cuando el castillo de naipes se rompió a finales de octubre... aprendo... y tanto...

no sé porque escribo esto precisamente hoy... pero me parece que ha habido ciertas coincidencias... llevamos una semana tropezando en el mismo paso en el que estábamos atascados en septiembre (aunque en otro contexto)... y acabo de volver a ese disco... a esas dos canciones... a partir de ahí, reacción en cadena...

...

el disco era uno de la colección que Cate tuvo la gracia de traer un buen día... en medio del batiburrillo inclasificable había uno en concreto que sobresalía... ‘lo más lejos, a tu lado’ de fito y fitipaldis... realmente sólo me deleité en dos de las canciones... la gran ouverture con ‘la casa por el tejado’ y la sangrante ‘soldadito marinero’...

3 comentarios:

Lechuck dijo...

En estos momentos es cuando estoy seguro de una cosa: huir de la trascendencia es imposible (imposible de conseguir, evidentemente, si has creado un espacio para hablar de ti mismo)

XD

Nota mental: yo sumaría alguna canción más a las "buenas" de ese disco. Pero ya me lo dice la gente por ahí: "Tú que vas a saber si sólo eres uno de esos de letras"

arnau dijo...

...mmhh... lamento disentir...
pero me temo que la diferencia es conceptual, sobre el término trascendecia... una cosa es ser sincero (tanto para ti mismo como para los que te rodean) y otra es sobrevalorar todo lo q te pasa en la vida, como si fueses el gran protagonista de tu propia novela...

pero es de esa clase de conversaciones que la web aún no ha logrado impregnar del aire amable y emotivo que se puede conseguir alrededor de una pinta de Guiness...

Anónimo dijo...

es que no se... ¿quién si no es el protagonista de tú propia vida? que a fin de cuentas no deja de ser una novela (a veces mala, a veces buena, a veces cómica, a veces romanticona, a veces deprimente...)

pues chico no se, todos tenemos canciones que nos evocan buenos y malos momentos, que nos hacen volver a la realidad cuando nos ha devorado la euforia o nos ha consumido la melancolía... o que simplemente a veces nos recuerda que hay algo por lo que vale la pena seguir viviendo... o malviviendo (hay ya cada uno es libre)

enga hasta pronto...